sábado, 8 de septiembre de 2012


veo la gran colina por la ventana. las nubes se apagan sobre el seno verde, que me da de mamar cuando tengo ganas de perderme. estoy en el aire. no creo que llueva, pero si lo hace, seguiré aquí. el sol ya desaparece y una parte de mí muere a través de eso. es lo inevitable del devenir. no tengo ganas de llorar, aunque algo de llanto también se irá, inevitablemente, cuando el sol se marche. todos nos desgastamos un poco cada día, pero algo nuevo se construye, también. mi columna vertebral se asienta sobre lo que construyo. crezcamos, crezcamos. 

cree en todo Eso que eres y serás más allá de estos límites.

cuando miro adentro veo mis monstruos dormitar. se hace bello verlos ahí y no asustarse de ellos. un caos perfectamente simétrico, la armonía de lo desordenado establecido sobre las ruinas de un pasado de plomo en las venas, de sangre sabor a pilas, de azufre en los órganos. puedo entender que moriré enferma, pero no haré de ello un arma homicida contra mi propio destino. puedo entender que bañaré en óxido mis venas, pero no dejaré de avanzar por esta senda que me ofrece sus frutos carnosos. la muerte en vida siempre comerá de nuestros órganos. no me importa, construiré mi realidad paralela donde pueda sentir el viento quemándome la frente. 

uno es libre cuando acepta su destino, o más bien, se acepta a sí mismo a través de lo que es.

hay algo de innato en esto del perpetuo sufrir. las fuerzas de la naturaleza se han conjugado en nuestras carnes, han plantado la semilla del mal, y con nuestra sed de infierno la vamos regando. ya no tengo más sed, bebí demasiado de esa fuente. la flor ya ha crecido, y ahora está bien dentro de mí. yo ya no soy una cárcel para ella, y ella tampoco es un peso para mí. de haberla regado más, ya habría muerto y seguiría escupiendo mi rocío en medio de una soledad carnívora. el dolor, el devenir, la sangre y el infierno: partes de mi ser. me miro en el espejo y están ahí. sin ese dolor inhumano que hiló mi vida, yo no sería lo que soy. siempre estará ahí, pero hoy ya no es mi condena.

condúceme, pues, a tu abismo.

siempre hay un aleteo de mariposas en este constante destruirse y construirse a uno mismo. oigo latir el tiempo, ese que me destruye y me construye, también. mis órganos se inflan de felicidad. uno debe crecer, crecer. aunque. hay algo de un sufrir que nunca morirá. no me resigno a perderme. no te resignas a perderte. esto es una nada hermosa, un golpeo incesante que nos puede arrojar a alturas estratosféricas. podemos volar, asumir el cambio, dejarnos consumir por la vida, por esto que somos y abrazar la calma. volar, siempre.

volar.

1 comentario:

  1. nada es,todo deviene
    un universo cuyo centro esta en todas partes y su circunferencia en ninguna

    quememos larealidad

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