lunes, 24 de septiembre de 2012

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sé que el egoísmo es mi salvación en medio de este mundo que me abruma con su egoísmo. trato de respirarlo, de asirlo entre mis manos y amasarlo, al igual que ellos lo hacen, al igual que alguna vez inevitablemente lo hago yo también. pero algo falla, una lágrima sale de mi ojo y se apaga en mi mejilla, me arrastro en la ilusión del cambio, de esa rueda que a mí sí me lleva- ¿por qué a ti no? ¿por qué no se unen todos en esta danza? no puedo permanecer más aquí, debo irme porque me estoy descomponiendo en algunas personas y a cambio ellas no me dan pedazos de sí para reconstruirme- sólo pedazos de pedazos, la eterna angustia. no quiero vivir una espera de algo que sé que quizás nunca llegue. me dueles, me sangran las manos, me duelen los pulmones. ¿seré yo también egoísta por sufrirte, por sufrirles, por sufrirnos? ¿seré yo también una egoísta por esperar que el tiempo te regale algo? yo abrí mis manos y me regó la lluvia.  aquí no puedo permanecer más. me estoy ahogando, la marea ha crecido de golpe hoy.

no quiero proyectarme en un mañana donde quizás esto acabe doliéndome. 



siempre espero que me maten y entierren para dejarlos salir y quizá la que deba salir de ellos soy yo. el amor, la amistad y estos días de lluvia: ya mañana me esperará algo mejor, hoy no puedo matarme aquí. debo marchar lejos. algún día...algún día nada habrá, el tiempo no perdona a nadie. fuera de él, de ella, ellos, quizá esté mejor, porque ya no me haré daño, ni la decepción me acabará consumiendo.


me siento tan débil ante la consciencia de tal debilidad, que lo único que hago es esperar que me apuñalen, y ya me clavan a veces palabras o silencios que matan quizás más aún, y ahí me extiendo en esa hemorragia que solo mi sensatez puedo parar- ¿cómo? yéndome yo antes que ellos acaben yéndose de mí. 

sí, me voy. adiós.

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