miércoles, 3 de octubre de 2012

hoy he estado muy triste. me he levantado triste, planeando mi suicidio. he llorado un poco cuando vi el atardecer. la belleza de fuera se consumía ante mis ojos encharcados de vacío. me he mirado al espejo y tuve que escapar. no encontré sentido a mi existencia. la nada me inundó. la carga de ser lo que soy creció en mi pecho y explotó. ahora mismo me siento feliz. he comido espaguettis con jamón y ante esta razón que me ha devuelto mi bienestar psíquico uno se puede inclinar y escupir por ser tan intrascendente, pero yo puedo decir, que al saborear el paraíso he comprendido que siempre habrá una mano para sacarme de mi propio infierno. ellos no entenderán lo que es tener el horror en la sangre, el peso del destino, el cambio de humor drástico, la euforia y la tragedia, la mente bullendo y en medio, una estabilidad extremadamente frágil. pero me consuela saber que tampoco entenderán lo que es masticar deprisa a media noche y llenarse el ser de comida, viendo irse a la tristeza lejos, quedando esta sustituida por una sensación de placer orgásmico. no hay soledad aquí, tampoco dramas. la muerte y el hambre fueron lo mismo. ahora estoy bien. mañana será otro día. vuelvo a sentirme cómoda en la vida. la nada sigue aquí, pero puede que se marche mañana. y al menos ya no estoy tan vacía, he comido dos platos enteros de espaguettis con pan. me siento bien.

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